Hashem, fundador de la organización Ahmadi Religion of Peace and Light (AROPL), ha generado intensa polémica al proclamarse el Mahdi esperado por los musulmanes y el legítimo sucesor espiritual de figuras clave como Mahoma, Jesús y el apóstol Pedro. En sus mensajes difundidos a través de redes sociales y proclamados frente a iglesias de distintos países, declara con firmeza: “Soy el sucesor de Mahoma y de Ahmed, así como de Pedro y Jesucristo. Soy el verdadero y legítimo papa”.
– Ad –
Su movimiento, con presencia en más de 40 países y sede en el Reino Unido, impulsa la creación de un “Estado Justo Divino” y afirma haber cumplido diversas profecías islámicas, entre ellas la muerte del rey Abdullah de Arabia Saudita en 2015. Sus seguidores interpretan señales proféticas —como “el sol naciendo en Occidente”— como una metáfora de su influencia espiritual sobre el mundo cristiano.
Hashem se presenta como “hijo del Oriente y del Occidente”, reivindicando una misión universal: unir musulmanes, cristianos y judíos bajo una única fe restaurada. A diferencia del islam tradicional, su grupo sostiene que la nueva alianza divina también incluiría a la comunidad LGBTQ+, lo que ha provocado un fuerte rechazo por parte de sectores conservadores.
Asimismo, lanza duras críticas contra las iglesias cristianas institucionales, a las que acusa de haberse corrompido y alejado de la verdadera fe. Rechaza el dogma de la Trinidad, calificándolo como una invención posterior, y cita el Shemá judío para defender el monoteísmo absoluto. Asegura también que el papado ha sido usurpado y que él es su legítimo heredero espiritual.
– Ad –
Estas declaraciones han desatado respuestas contundentes. Teólogos y pastores cristianos advierten sobre el surgimiento de falsos mesías, recordando las palabras de Jesús sobre los falsos profetas. En redes sociales, algunos lo consideran una figura con tintes apocalípticos, mientras otros minimizan su impacto debido al número aún limitado de seguidores.
La aparición de figuras como Hashem resalta la vigencia de las advertencias bíblicas sobre la necesidad de discernimiento espiritual. Jesús exhortó a no dejarse engañar y a mantenerse firmes en la verdad revelada, recordando que el Evangelio no cambia por modas ni por líderes carismáticos.
La Biblia enseña que solo Cristo es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), y llama a la Iglesia a estar alerta ante cualquier mensaje que contradiga las Escrituras. Frente a la proliferación de movimientos que proponen una religión universal bajo un solo líder, los creyentes son llamados a profundizar su relación con Dios y su conocimiento de la Palabra.